martes, 19 de marzo de 2013

Mudanza nocturna


Allá van los que alguna vez quise,
allá van los que me robaron el alma,
alejándose de noche, al sur de las entrañas.
No sé explicar esto que siento,
no sé si es alegría, pena o rabia.

Se enmaraña en mi mente la justicia divina,
se expían las culpas pasadas,
pues ya no hay glorias dormidas,
ni cruentas pesadillas a los pies de la cama.

Es el polvo del recuerdo enjugado con lágrimas,
melancolía de mis muertos que aún me hablan;
vienen del ocaso sin cadenas en la espalda,
me sonríen en las estrellas con calma.