martes, 22 de noviembre de 2011

La superstición es mi escepticismo

Ya no sé si la vida es una acumulación de eventos ya sean estos afortunados o todo lo contrario, o si es sólo la directriz dada por un destino. Suelo hacer memoria del pasado, aquella insistencia mía de aferrarme a lo que fue, y recuerdo haber sido siempre una niña con un gran interés por lo misterioso, todas esas cosas fuera de lo que para la gente es común. Crecí, sin duda alguna, y mi escepticismo se fundió con un sarcasmo que tomé como lengua materna, pero todo aquello se fue en contra de las personas que de una u otra forma se cruzaban conmigo, sin embargo mi falta de fe jamás fue en contra de la superstición. Fui criada bajo el alero de cuentos y tradiciones populares, recuerdo siempre cómo me fascinaba oír aquellas historias, y bueno, depende mucho también de quien las relate ¡y vaya si que tenía un gran relator! Constantemente oigo voces que culpan a una suerte que no existe, a un evento que creen debe ocurrir por sí sólo, pero ¿cómo va iluminar una vela si jamás se le encendió fuego a su mecha? Y sí, soy de esas mujeres que le presta atención a las fases de la luna, que le da importancia a la dirección del viento, que nota algún cambio en el destello de las estrellas o que simplemente cree en lo que le dicen sus sueños. Pero no por ello deben tomarme por ingenua, pues es precisamente mi falta de confianza en la gente lo que me hace creer en todo aquello que escapa hermosamente de lo cotidiano. Es cierto, creo en un destino, pero no en ese algo predestinado, creo que el destino es el libro de una vida, con todas sus páginas en blanco, dispuesto a ser escrito con la propia pluma, con la propia tinta. Podría decir que muchos capítulos de mi libro han sido escritos con temor e inexperiencia, y los de hoy aún guardan algo de aquellos días, pero sin duda mi habilidad en las letras es distinta; mi pluma se ha endurecido y mi tinta se ha oscurecido. Y se cruzó alguien en mi destino, que a pesar de no mirarme con los ojos que yo lo miré, me hizo entender cuán equivocada estaba a pesar de mi propia convicción, pues sin darme cuenta me dejé llevar por la intriga de la masa que olvida su esencia, y me quedé sentada esperando a que algo bueno tocase a mi puerta. Olvidé mi orgullo de mujer solitaria, y por él lo intenté, traté de ganarme un poco de su tiempo, sólo un poco de su atención, pero no lo logré. Sin embargo hoy, cuando él aún sigue en mi pecho, pero yéndose poco a poco pues comprendí que debo dejarlo ir, comprendo que mi persistencia no estaba perdida, sólo estaba olvidada. No todo lo que se quiere se consigue... pero quizás duela menos no conseguir lo que se quiere, sin aliento por haberlo intentado. Y no es conformismo dar un paso al lado, no es falta de persistencia decir "ya no te buscaré", pues como dije ya una vez, sólo es un acto de sensatez para con mi sanidad mental, que es tan frágil como resiliente a las letras que escribo a diario con sonrisas, llantos y penas; esas letras que escriben mi libro, esas letras que conforman mi destino.

jueves, 10 de noviembre de 2011

De la boca para afuera



Las palabras dicen tanto, pero a veces tan poco. Pueden significar una vida entera, así como pueden ser el vacío que a veces la llena. Quizás siendo yo escritora, puede resultar una crítica un tanto ácida a las palabras, pero mi crítica no es hacia ellas (si se puede llamar a esto una crítica). Es decir, cómo podría atacarlas si son mi razón de ser. Consonantes y vocales que se unen para expresar la idea de algun interlocutor; todo definido por quien finalmente las pronuncia. ¿Y todo para transmitir qué? Un mensaje, una idea, un sentimiento; una identidad. Al fin y al cabo, una imagen que nos lleva de la mano día a día, diciendo "sí, esta soy yo". Pero... ¿¡quién diablos soy!?. Podría introducirme a quienes no me conocen diciendo tantas cosas, como por ejemplo que  soy rara, que estoy medio loca, que tengo un carácter como el carajo. Sin embargo ¿lo soy?. La verdad, creo que no tiene relevancia alguna si encajo o no dentro de lo que la sociedad dicta como normal o extraño. No necesito llevar un cartel en mi pecho para decirle al mundo que soy diferente, que tengo convicciones y me esfuerzo a cada minuto por no pasarlas a llevar, pues eso sería un daño permanente a mi esencia. Simplemente me levanto cada día tratando de ser leal  a mí misma, y no perdiendo el tiempo con esfuerzos vanos por ser una sensación alternativa, una rareza inalcanzable. No necesito hacer públicas mis rarezas o normalidades, ni mucho menos mis fortalezas o debilidades. Con los años, he aprendido que lo que realmente vale la pena, es lo que mi gente cree, piensa o sabe de mí. El resto, sinceramente me dejó de importar hace mucho tiempo. Y no es una actitud de rebelde al  margen de la mayoría, mis palabras sólo son un acto de sensatez para con mi sanidad mental. Muchos aman juzgar al resto, pero nunca a sí mismos. No pretendo sentirme superior a quienes desean aparentar algo que dista de la realidad, ni mucho menos adjudicarme una madurez frente a la vida, que creo me faltan años luz para alcanzar. No me interesa negar  que el sarcasmo se pasea por mis palabras, y a veces con franco descaro, pero no estoy juzgando, no estoy lanzando las piedras que me han lanzado a mí. Por el contrario, sólo estoy haciendo uso de mi libertad de expresión, nada más que un momento de catarsis, a veces reprimido y desgraciado. Si alguien se siente aludido, de verdad lo siento mucho, pero en pedir no hay engaño... y en decir no hay un "me retracto".

Y por último (siempre hay que finalizar un discurso), creo no equivocarme al afirmar que no dejaré de encontrarme con gente que vive pregonando lo que se quiere ser, pero lo que en el fondo no se es. Una sonrisa siempre acude a mi boca en aquellos momentos.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Tourniquet...

Moment... vulnerable... most... my... is... this...
She's made of hair and bone and little teeth,
things I cannot speak.
She comes on like a crappled plaything,
spine is just a string.
I wrapped our love in all this foil,
silver-tight like spider legs.
I never wanted it to ever spoil,
but flies will lay their eggs.
Take your hatred out on me,
make your victim my head.
You never ever believed in me,
I am your tourniquet.
Prosthetic synthesis with butterfly,
sealed up with virgin stitch.
If it hurts, baby please tell me,
preserve the innocence.
I never wanted it to end like this,
but flies will lay their eggs.
Take your hatred out on me,
make your victim my head.
You never ever believed in me,
I am your tourniquet.
What I wanted,
what I needed,
what I got for me...
What I wanted,
what I needed,
what I got for me...
Take your hatred out on me,
make your victim my head,.
You never ever believed in me,
I am your tourniquet.
Take it out, take it out,
you're not fighting me,
I don't believe me!
I never ever believed in me,
I am your tourniquet.