miércoles, 27 de julio de 2011

Terciopelo sedoso y negro

Sinos misteriosos que envuelven
como telas tejidas por arañas silveradas,
que aguardan en los rincones del corazón,
esperando morbosamente a que caiga
la primera pena para comenzar a acumular
tribulaciones y quejas silenciosas del alma desesperada.
El cuerpo ya no responde,
las fuerzas abandonan tristemente una humanidad
ya lánguida y torcida de tanto dolor.
Tanto se ha esperado por el milagro de la redención,
mas las ilusiones mueren estrepitosamente en el suelo,
como cristal que se vuelve polvo arrastrado por el viento.
Se avecina una noche negra,
el cielo se oscurece en espera de la tormenta.
Naturaleza atormentada que se desata con estruendos.
Esta existencia que se deforma en torbellinos sin salida,
sólo vórtices que llevan a lo vertiginoso,
esa materia negra que nadie anhela...

...todo va y viene,
se va la vida
y nada vuelve.

1 comentario:

  1. Poco alentador, sin embargo hermoso. No sé qué más decir. Así que por ahora, saludos.

    ResponderEliminar

Leeré vuestros comentarios con agrado...